martes, diciembre 26, 2006

¡Cómo vas Byron querido!

En la última novela del escritor marfileño Ejo Pérez, aparece un personaje medio chileno, medio ecuatoriano llamado Byron. Byron va de viaje a unos lugares primermundistas y rescata algunas experiencias reveladoras: 1.- Mientras Byron llama por teléfono a su familia desde un locutorio de España, Barcelona, lo oye un compatriota quien lo mira fijamente. Al momento de salir Byron de la cabina y pagar una de las pocas cosas a bajo precio de Europa, el compatriota, un hombre cincuentón y hediondo, le dice: "Soy chileno no cierto... Vamo a tomar unas cervecitas loco, yo invito". Byron atocigado le responde: "No compadre gracias... de adonde eres tú?" "De Colina..." -responde el gordo traspiron y hediondo- "...bueno, cualquier movida que necesites, algùn porrito o algo, me avisai no màs" añade con su tufo a paella y se va. Byron reflexiona. 1.- cómo cresta lo podré volver a pillar a este pinche cabrón. Me tiene que haber dicho que lo ubique sólo por compromiso o pa darse onda de que la lleva. 2.- Este gallo no era el mismo que salía en el diario El País como uno de los lanzas más buscados de Catalunya? 2.- Cuando Byron, amante del fútbol, va al estadio San Siro de Milán para comprar tickets para el partido de la noche, un tipo llamado Enzo se le acerca y le dice: "Tickets today!!! 30 euros!!!" Byron lo mira, toma el ticket y le responde. "Yo quiero comprar la entrada pero la verdad no confío en tí". Enzo lo mira enojado y lo putea en italiano. Byron lo putea en ecuatoriano y los dos se van en dirección opuesta mirandose de reojo, o definitivamente hacia atràs, por unos 10 o 20 metros. Byron en el bus de vuelta al Duomo piensa que en todas partes se cuecen habas y que por suerte no compró el boleto en el mercado negro ya que luego comprobaría en el Point Milán, lugar oficial, que el costo era de sólo 11 euros. Y otra cosa. Byron piensa que el Milán AC es atractivo y más apasionado que el Inter aunque su dueño sea Berlusconi y el AC sea llamado el equipo derechista de Milán. Se consuela Byron al pensar que el Inter es sólo seudo izquierdista ya que Moratti es tan testaferro como Berlusconi, que a todo esto fue operado en EEUU. 3.- Cuando Byron pensaba en los odiosos lugares comunes, un chileno dueño de un bar parisino le regaló una botella de vino. Qué más cliché! se dijo a sí mismo, al momento que recapacitó: "Bueno, que importa como se vea el asunto, lo bonito es el gesto". Por lo mismo decidió Byron ir al mismísimo Trocadero, lugar desde donde se ve en toda su imponencia la Torre Eifel y compartir con su compañera, y en copas con bordes dorados, el vino "Tierra del Fuego". Escuchando Los Jaivas concluyó que nada hay más cliché que evitar hacer cosas por el simple hecho de ser clichés. Byron así, vivió un grato momento recordando a cada amigo conocido en su natal Ecuador y a cada amigo reconocido en su adoptivo Chile.

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