sábado, noviembre 25, 2006

Matías Fernández y el dictador Pinochet: el genio y el perro

Hoy 25 de noviembre Pinochet cumple 91 años. El dictador nació en Valparaíso en 1915 como Augusto José Ramón Pinochet Ugarte. Se fue a Antofagasta de pendejo y en la escuela lo bautizaron como Tito. Desde allí dejó en claro que tenía poca sensibilidad y más fascismo que nada en su raciocinio. Su mamá, Avelina Ugarte, tocaba el piano y cantaba cosas como: “El militar sabe apreciar / a la mujer que siempre adora / y el amor así atesora…” pero su hijito era una mierda para todo lo que fuera arte. Pinochet condenaba el musical “El violinista en el tejado”; de hecho fue tanto su disgusto que la película del musical fue prohibida en la dictadura. Se dice que tenía voz de tano cuando pequeño y en clase de música negociaba con el profesor, cambiando su silencio por la calificación mínima. Pero presionado por la madre, se supone que aprendió piano y jugó con la idea de ser concertista. Pero renunció a aquello. Porque al final no le gustaba mucho el asunto. Quería formar un grupo de zarzuela cuando joven también, pero luego, como se sabe, giró hacia lo militar. Después de hacerse milico, se graduó con el tiempo de traidor. El domingo 9 septiembre de 1973, en la residencia presidencial de Tomás Moro, llegó el entonces Comandante en Jefe Pinochet a reunirse con el presidente Salvador Allende. Iba el mono a darle apoyo al presidente y ofrecerle lealtad. Dicen incluso que tras una agradable cena, cuando el ministro UP Orlando Letelier y su esposa se iban a retirar, Pinochet saltó de su silla y tomó el abrigo de Isabel Morel, la esposa de Letelier y, muy caballero, le ayudó a calzarse el paletó. “Buenas noches, Isabel querida, que estés muy bien”, podría haberle dicho. Luego el 21 de septiembre de 1976 el esposo Orlando sería asesinado por órdenes de la dictadura de Tito. El 11 de septiembre de 1973 se salió de la Constitución y lideró un golpe de Estado. Se auto declaró Jefe Supremo de la Nación el 27 de junio de 1974 y el 16 de diciembre del mismo año 74 se levantó en la mañana con la certeza de pronunciarse Presidente de la República, cargo que fue ratificado por una fáctica Constitución de 1980 echa a su medida y sin la participación del pueblo en un plebiscito legítimo. El villano entonces comenzó a controlar el país sin pescar lo que dijera el propio país. Y haya pasado lo que haya pasado con su dictadura (o régimen si querís), debiera ser condenado por haberse arrancado con los tarros y haberse tomado el país. La cosa es que duró esto como 17 años y el hombre hizo lo que quiso secundado por muchos honorables de hoy. El 20 de enero de este año fue desaforado por cuarta vez, pero ésta, la del verano de 2006, fue el primer dictamen recibido por torturas y asesinatos a compatriotas. Los tribunales se suponen que ahora raudamente trabajan en el proceso. El Tata hoy celebrará sus 91 años bajo arresto domiciliario en las comodidades de su casa en La Dehesa de donde no puede salir desde el día 30 de octubre por su participación en las matanzas y torturas en Villa Grimaldi. La cosa es que mató gente y ahora, en las afueras habrá pijes aplaudiéndolo. Las víctimas de su dictadura, las que sobrevivieron, se deberán conformar con que los secuaces circulen con tranquilidad por las calles de Santiago. O sea vinieron, hicieron lo que quisieron, y se fueron piolitas y ahora como que no pasara nada. También estarán los de la Fundación Pinochet. Ellos tienen una sede y teléfonos a los cuales se puede llamar y putear o ir a la sede y preguntar dónde están los cuerpos que aún no aparecen. El asunto es en O’Brien 2244, en la populosa comuna de Vitacura y lo del teléfono es 4836000. Todo para hacer justicia con Perrochet porque a esta altura, sólo queda pensar en el genio. El genio de Matías Fernández que debutó a los 17 años por Colo Colo frente a Ovalle por la Copa Presudamericana, la fase previa del torneo que ahora a sus 20 años lo ha consagrado como el mejor jugador de América. Si un jugador llamado Agüero fue vendido en 28 millones de dólares, los 9 en que fue comprado Fernández por el Villarreal parecen una blasfemia. El muchacho es un genio porque esencialmente disfruta del fútbol, sea en una final de un torneo continental o en un partido amistoso contra un rival menor. Cumple sus objetivos al reír en la cancha y más encima es centrado. Me recuerda al Marcelo Salas de 1994 que corría todas las pelotas como si fueran la última. Matías Ariel Fernández Fernández nació el 15 de mayo de 1986. Hoy el Mati está con sus compañeros en México esperando su partido del jueves frente al Pachuca por la final de la Copa Sudamericana. El muchacho sencillo despierta en la cancha y se endiabla, saca carácter y frunce el ceño cuando es necesario. Está cansado, se nota, pero aguanta y le mete coraje hasta el final. Este joven es el genio. Uno da alegrías el otro se caga en los pañales tal vez a la espera del pago místico de sus fechorías porque el pago racional, civil, mundano, parece no llegar del todo. Porque incluso hoy, 25 de noviembre de 2006, cuando Pinochet esté tomando un cafecito luego de comer una rica torta con nueces y manjar, o biscocho con chocolate, conversando y echando la talla, tal vez diga: “Qué grande es Matías Fernández” y todos lo festejen y Lucía comente: “Si el martes estuvo pegado al televisor viendo el partido”. Así es la cosa no más. Ojalá la sociedad civil pueda poner a Pinochet y a Matías Fernández en el lugar que se merecen. Pero para eso los medios de comunicación tienen que acabar con dos cuestiones: una, la de seguir hablando de pronunciamiento o general en retiro y decir derechamente golpe y dictador Pinochet. Y la otra, parar también con eso de que Matías es bueno pero nunca tanto como Maradona por ejemplo… porque es chileno. Esa hueá es ser gil y apocarse siempre y eso no corresponde.

Comentarios:

Blogger Xemillon dijo...
Saludos charangolila.
Has evolucionado en tu prosa...
Esta entrada al parecer resume tus dos grandes motivaciones, el fútbol y el odio a Augusto Pinochet.
Parece que tenemos conceptos diferentes para la palabra genio.
genio:

GENIO:(Del lat. genĭus).
1. m. Índole o condición según la cual obra alguien comúnmente. Es de genio apacible.
2. m. Disposición ocasional del ánimo por la cual este se manifiesta alegre, áspero o desabrido.
3. m. Mal carácter, temperamento difícil.
4. m. Capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables.
5. m. Persona dotada de esta facultad. Calderón es un genio.
6. m. Índole o condición peculiar de algunas cosas. El genio de la lengua.
7. m. carácter (ǁ firmeza y energía).
8. m. En la gentilidad, cada una de ciertas deidades menores, tutelares o enemigas.
9. m. Ser fabuloso con figura humana, que interviene en cuentos y leyendas orientales. El genio de la lámpara de Aladino.
10. m. En las artes, ángel o figura que se coloca al lado de una divinidad, o para representar una alegoría.
corto de ~.
1. loc. adj. corto (ǁ tímido, encogido).


Oops, La RAE te debería pasar una infracción.

Disculpa mi pesadez pero es retemprano, y la falta de sueño ya se esta manifestando en mi humor.
En lo de perro podemos concordar.
Saludos nos vemos en Cco.
3:01 a. m.
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Blogger °°JanEKew°° dijo...
bkn leo como escribes, me reí mucho jajaja aunque la presentación del "tito" me recordó a cómo lo presenta Lemebel en tengo miedo torero...

oye, peor te faltó poner que los periodistas dicen "el ex gobernante" y peor aún "el ex presidente"
8:21 a. m.
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