sábado, enero 05, 2008

Simplemente JM

El 23 de junio de 1923 no existían los mundiales y la FIFA tenía sólo 36 miembros. Uruguay comenzaba a brillar con jugadores negros y sonaban los nombres de Andrade, Zamora y Fredenreich. En Chile, el fútbol crecía con mesura. Todavía no aparecía David Arellano, no existía el Colo Colo ni había un campeonato oficial. Lo del football se leía en el Sport, pues la revista Estadio no estaba ni en bocetos. En el gobierno, "el León" Arturo Alessandri ni soñaba todavía con poner la primera piedra del "Elefante Blanco".En aquel invierno, una pareja de enamorados vivía en Temuco. José Martínez,español, había conocido en Chile a Julia Pradanos y ese 23 de junio nacía su primogénito Julio que de inmediato fue hincha del Centro Español, donde destacaba Legarreta, un hispano que alguna vez jugó por Chile. Cuando JM tenía 12 años se fundó Unión Española, con él como socio honorario. De misa dominical en la iglesia San Pedro Nolasco, lo criaron con los cimientos traídos de Extremadura. Cumplidos los 22, fue a buscar a un amigo a una radio y tomó el micrófono ante la ausencia del locutor. Desde allí comenzaría una perorata siempre elocuente, que resonó por más de 60 años. De corrección papal. De palabra fina y precisa. Obsesionado por la forma más que por el fondo, destacó por una escritura colmada de adjetivos y puntos seguidos. Contador de historias, más que estadístico. Trasmisor de ambientes, más que de números. Amable. Alegre. Res-pe-tuo-so. Nunca fue periodista, pero su trascendencia no estaba en los diplomas, sino en los hechos. Porque en 1961 siguió de cerca la visita de un director de la FIFA y fue parte del lobby que permitió a Chile mantener la sede del mundial. Porque en 1973 fue él quien felicitó a los colocolinos finalistas de la Libertadores "por su triunfo moral". Porque sólo a Julio le podían incluir en 1980 una chorrera de niños en un homenaje en Santa Laura. Pues finalmente su historia, va a la par de la nuestra, incluidos los quecreen que el fútbol significa sólo once tipos detrás de una pelota y lo conocen más por su discurso en la primera Teletón, donde “la sonrisa de un niño era un canto a la esperanza”. Hoy se terminó una vida de relevancia, que tienen a JM con más fama que Alessandri Palma, Legarreta o David Arellano. Dejó huella como protagonista de la historia o como diría él, de nuestra historia. La del fútbol. La de la vida.

Publicada en Cartas al Director de El Mercurio, jueves 3 de enero
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2008/01/03/simplemente-jm.asp

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