lunes, agosto 13, 2007

Los padres de Iturriaga Neumann

En un ejemplar de El Diario Ilustrado de enero de 1968, se informa de una escuela que no daba cátedras pedagógicas ni académicas. Eran clases de combate. Aprende a matar I y II. O tal vez, optativos como Prófugos o Canallas y Asesinos. Escribe la periodista Verónica Delpiano: “150 muchachos estudiantes realizan una práctica militar de tres meses, sacando de ella conocimientos y técnicas necesarios para defender la Patria en un momento dado (...) Con una canción en los labios y con paso de marcha, los muchachos se dirigen a los campos de adiestramiento donde los instructores, bajo las órdenes del capitán Osvaldo Palacios entregan sus conocimientos técnicos, teóricos y prácticos a los jóvenes que, bien dispuestos y en un oficio que los hace sentirse fuertes y útiles, entregan sus horas a la instrucción militar que será útil a la Patria y, en muchos casos, es el orgullo de sus familias y superiores”. La nota va acompañada de una fotografía con militares que tiene como pie de foto: “Oficiales chilenos del Ejército, recientemente egresados de la Escuela Militar, viajaron ayer en un transporte de la Fuerza Aérea de Chile a Panamá, para incorporarse a cursos de especialización profesional en la Escuela de las Américas, que funciona en la zona del Canal”. Es allí donde muchos militares chilenos pulieron las técnicas de tortura y asesinato. Es allí donde se completaba Iturriaga Neumann y muchos más que cada noche ven el programa estelar, cómodos en sus casas o departamentos, libres de polvo y paja.

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