Lo pensé y se lo escuché decir también a Alejandro Jodorowsky. Hay que regalarle mar a Bolivia sin esperar nada a cambio. Cambiemos la historia y la forma materialista en la que se desenvuelven las relaciones entre los países. Cuando todo es mercado o beneficios económicos, cuando todos buscan hoyos con petróleos o miran el bienestar de un país bajo un número porcentual, nosotros podemos hacer algo distinto y proponer una alternativa de desarrollo que cimentaría una unión americana la que a su vez daría frutos en todos los ámbitos. Dar mar significaría un sello de amor, una enseñanza al mundo y a la historia de solidaridad. Significaría la comprobación de la necesaria sensibilidad en el poder que entregan las mujeres. Y no es nada loco. Se construye un puente que permite que mantengamos la frontera con Perú, y este puente desemboca a unos pocos kilómetros del mar, del mar boliviano. Sin dilaciones, sin peticiones de gas o de acuerdos comerciales. Y no es nada loco, insisto. Como se mantendría la frontera con Perú, los asuntos económicos o geopolíticos serían los mismos. Perú no pierde nada, Chile tampoco. Sólo gana Bolivia. Y lo más importante, gana el mundo. Chile podría convertirse en un verdadero país revolucionario. Chile podría convertirse en el primer país en la historia de la humanidad que cede mar a cambio de nada. Y el mundo giraría a un desarrollo más armonioso, por esta simple Revolución Chilena. Es fácil... y no es nada loco. Que lo escuche Bachelet.
Me llegó un comentario:
Anónimo dijo...
tay loko comunista de mierda tambien regalemos la patagonia a los argentinos y el norte a los peruanos isla de pascua a los franceses haber si con cueva nos quedamos con iloca de adonde saliste comunista neo-liberal hijo del capitalismo
5:23 a. m. Eliminar
Lo pensé y se lo escuché decir también a Alejandro Jodorowsky. Hay que regalarle mar a Bolivia sin esperar nada a cambio. Cambiemos la historia y la forma materialista en la que se desenvuelven las relaciones entre los países. Cuando todo es mercado o beneficios económicos, cuando todos buscan hoyos con petróleos o miran el bienestar de un país bajo un número porcentual, nosotros podemos hacer algo distinto y proponer una alternativa de desarrollo que cimentaría una unión americana la que a su vez daría frutos en todos los ámbitos. Dar mar significaría un sello de amor, una enseñanza al mundo y a la historia de solidaridad. Significaría la comprobación de la necesaria sensibilidad en el poder que entregan las mujeres. Y no es nada loco. Se construye un puente que permite que mantengamos la frontera con Perú, y este puente desemboca a unos pocos kilómetros del mar, del mar boliviano. Sin dilaciones, sin peticiones de gas o de acuerdos comerciales. Y no es nada loco, insisto. Como se mantendría la frontera con Perú, los asuntos económicos o geopolíticos serían los mismos. Perú no pierde nada, Chile tampoco. Sólo gana Bolivia. Y lo más importante, gana el mundo. Chile podría convertirse en un verdadero país revolucionario. Chile podría convertirse en el primer país en la historia de la humanidad que cede mar a cambio de nada. Y el mundo giraría a un desarrollo más armonioso, por esta simple Revolución Chilena. Es fácil... y no es nada loco. Que lo escuche Bachelet. 
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Anónimo dijo...
tay loko comunista de mierda tambien regalemos la patagonia a los argentinos y el norte a los peruanos isla de pascua a los franceses haber si con cueva nos quedamos con iloca de adonde saliste comunista neo-liberal hijo del capitalismo
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