martes, febrero 06, 2007

2666 de Roberto Bolaño II

No sabría como definir el libro ni pretendo hacerlo. Ni siquiera pude saber quien era el líder o protagonista, pero tampoco importa mucho. El protagonista de hecho podría ser ese viejo escritor alemán que peleó por los nazis en la segunda guerra. Benno von Archimboldi. Podría ser también Klaus Haas, culpado de asesinatos masivos a mujeres mexicanas, violación incluida. Podrían ser los personajes con roles secundarios, a veces casi de doblaje, pero que sustentan una historia eterna, necesariamente eterna. Son 5 capítulos. 5 partes de un libro, necesariamente también, escrito después de muchos, cuando no se busca un tema específico, ni una historia en pos del futuro o bienestar de la humanidad, sino que contar historias salidas del fondo de no se qué del mismo Bolaño, odiador (?) de Octavio Paz y amador de Nicanor Parra (cree que Soliloquio del Individuo marca un antes y un después de la poesía en lengua española) Como cuando uno está ultra excitado y no puede evitar, por más que quiera, que ese líquido pulposo explote de, como lo llama, la verga. Sea masculina o femenina. (Aún no entiendo por qué Nicanor Parra, el segundo antipoeta, dijo que a Bolaño -ex guardia de camping entre otros oficios- le debemos un hígado, mismo órgano que esperaba trasplantarse Roberto Bolaño Álamos) Porque parece que no importa mucho cerrar o atar cabos sueltos, saber quien fue el asesino o si Archimboldi ganará el Nobel o no. Tampoco queda un final lleno de suspenso, ese suspenso preparado para la próxima novela. Al final, valga la redundancia, simplemente se recuerda lo que cruza a putas, detectives, escritores, académicos, futbolistas, pescadores y heladeros: el acontecer obligatoriamente grato de comernos, tomarnos, sexarnos, fornicarnos y fornicar y dejar que el ají en el culo de cada cual hable un ratito. Libertad tal vez de sexo drogas y rock and roll. Tal vez de sexo fútbol cerveza y rock and roll. Podría ser Bolaño (y este libro) algo sin pretensiones. Ni Nobel ni poeta maldito desconocido. Ni incomprendido ni best seller simplista culebrón caribeño. Ni académico ni borracho. No sé la verdad. 2666, el mismo título del libro, supone un enigma, una fecha o año. Que ya había aparecido en otro libro de este personaje que alguna vez vivió en Cauquenes y que estuvo 8 días preso cuando cayó ese golpe (nocaut) de 1973. Fascinante, profundo. Entretenido. Eeeeee. Como mil páginas. No sé más ¡Quién sabe! Me declaro incompetente.

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